Lamentamos comunicar la triste noticia del repentino fallecimiento de D. Javier López Casado. Con gran pesar decimos adiós, demasiado pronto, a un magnífico profesional, trabajador incansable y, sobre todo, excepcional persona y amigo. La integridad, la honestidad y la generosidad han definido siempre sus actuaciones en la vida. Javier era pura energía. Su pasión, entrega y solidaridad serán una fuente de inspiración constante para todos pues siempre ponía en primer lugar a las personas. Por encima de todo ello, era una excelente persona, gran esposo, gran padre y mejor amigo. Para muchos de nosotros ha sido líder, compañero, mentor, maestro y confidente.
Para quienes hemos tenido el privilegio de trabajar con él, Javier con su testimonio enseñó a poner el mayor de los empeños en lo que se hace, incluso en circunstancias difíciles que se puedan presentar en nuestras vidas.
Agradecemos las innumerables muestras de cariño y ánimo que nos habéis hecho llegar en estos días.
Javier, descansa en paz y que Dios te bendiga.