La restauración de vidrieras avanza para que el rosetón principal de la Catedral de León vuelva a lucir en Navidad, los trabajos, más complejos que otros por la necesidad de reemplomar las piezas, son financiados por la Fundación Cepa.

Trabajos de restauración del rosetón en el Taller de Vidrieras de la Catedral de León

El rosetón principal de la Catedral de León podrá volver a lucir en Navidad. Los trabajos de restauración de las vidrieras, más complejos que otros ya acometidos por la necesidad de acometer el reemplomado de las piezas, están ya al 70%, según explicó el canónigo-fabriquero y administrador, Mario González. Las obras, que también incluyen la piedra del hastial y son financiadas por la Fundación Cepa, suponen una inversión global de 390.000 euros.

Tres personas (aparte del personal de montaje) se afanan desde hace un par de meses en estas labores en el taller de restauración de vidrieras ubicado en la calle Dámaso Merino. Su trabajo permitirá rehabilitar hasta un total de 97 piezas, que suman 30 metros cuadrados de vidriera. La primera dificultad surgió por la necesidad de reemplomar. «En otras partes de la vidriera el emplomado sirve. Pero en esta no porque en la restauración del XIX el rosetón se desmontó y se llevó a Barcelona. Y se restauró con un plomo de mala calidad», señaló González.

Según los plazos previstos, el gran rosetón de la portada oeste del templo podrá quedar instalado en Navidad. «No sé si el 25 (de diciembre) o el 1 (de enero)», dijo el canónigo-fabriquero y administrador antes de advertir de las dificultades del trabajo de desmontaje y montaje de este elemento, que también ganará con el reemplomado en la medida en que, hasta la fecha, sufría un «abombamiento tremendo» con los cambios de temperatura y la exposición al sol.

Otros 800 metros cuadrados

A la conclusión de esta intervención, todavía quedarán otros 800 metros cuadrados de vidriera. «No quiero parar la restauración de las vidrieras. Tengo que ser prudente, pero no quiero parar. No me quiero comprometer más de lo que los medios económicos lo permiten», apuntó Mario González.

El canónigo-fabriquero y administrador recordó que este mismo rosetón se intentó restaurar fuera de León hace 20 años. «El Cabildo se plantó. Y se decidió hacer el primer taller de restauración donde el Seminario y, a continuación, este», indicó González.

El enigma

El administrador de la catedral optó por ser prudente a la hora de referirse al posible cambio de algunas piezas del rosetón cuando éste fue llevado a Barcelona en el siglo XIX. «No puedo decir porque está en estudio. El rosetón estuvo en un taller que se llama Rigalt, que era de un aparejador que trabajaba en la catedral de León contratado por el Ministerio y sé que hay un museo que se llama Rigalt y nunca he ido», dijo.

Preguntado sobre si se produjo una sustitución de algunos elementos señaló que no le consta, aunque sugirió que así ocurrió. «Ni lo he detectado, ni lo he mirado, ni lo he intentado. Tenemos algún dibujo que parece ser que no coincide lo que se llevó con lo que vino. Primero quiero investigar exactamente qué cambios ha habido en la restauración… si llevamos con diez ángeles y vinieron once o fueron nueve y vinieron los once y ocho», apuntó antes de comentar que las modificaciones en las variaciones detectadas pudieron ser mera consecuencia de las labores de restauración

Fuentes:

ICAL

www.ileon.com