Te fuiste sin apenas dar tiempo a las despedidas y a los últimos abrazos.

Qué tristeza, D. Pablo. Tu luz se fue apagando con la misma serenidad y discreción que reinó en tu vida.

En la Fundación CEPA González Díez no sólo se nos va un patrono. Se nos va un hombre bueno, en toda la extensión y sentido que puede cobrar esa palabra. Sencillez y bonhomía tan grande como tu porte.

Echaremos de menos tu presencia en los despachos de la Fundación, en cada acto organizado por nuestro Museo, tu disponibilidad siempre para continuar el legado familiar.

Acompañaremos a los tuyos en este duelo. Seguro que desde ahí arriba ya los cuidas, especialmente a la niña de tus ojos, tu querida nieta.

Gracias por todo. Los patronos y trabajadores de la Fundación CEPA González Díez , Museo de la Emigración Leonesa (Mel) y de la Fundación Residencia Vegaquemada te recordaremos siempre.

Descansa en paz.